Principales Claves de un Emprendedor
1. Creer en tus sueños
Aunque este tipo de frases rosas y con purpurina se han puesto demasiado de moda, en este caso es el primer requisito: creer en tus sueños, apostar por tu idea.
Los emprendedores de éxito no son propensos al desánimo si no que saben superar las dificultades e incluso se crecen ante ellas, para llegar a verlos plasmados en la realidad. Los comienzos suelen ser difíciles, pero una vez que han conseguido algún éxito, por pequeño que parezca, no dudan en dedicarse plenamente a ello.
2. Orientar tu esfuerzo al éxito
En el ámbito empresarial se lucha para sobrevivir, para ganar. No se trata necesariamente de vencer a la competencia con un sentimiento de derrotarla, sino de ser superior a ella.
En este sentido, a diferencia de lo que algunos malos profesionales hacen, los emprendedores realmente exitosos enfocan el 100% de sus esfuerzos en lograr el éxito por sí mismos a través de medios lícitos; en lugar de desviarse del camino haciendo trampas y enfocarse en derribar a los competidores.
3. Saber adaptarse a los cambios
El sueño personal de llegar a ser algo en la vida a través de crear un negocio se puede interpretar de múltiples maneras, y dependerá tanto del talento y la disciplina del propio emprendedor como de las circunstancias objetivas de su entorno.
Por ello, si quieres emprender con éxito, deberás ser lo más flexible que puedas: cuando las circunstancias cambien, en lugar de verlo desde una perspectiva negativa, intenta buscar una oportunidad, quizá no alcances una situación mejor que antes, pero lograrás salir del bache.
4. Tener ambición
Es la piedra angular sobre la que se sienta la vida del emprendedor. Todos los emprendedores son ambiciosos, sanamente ambiciosos, ni arrogantes ni engreídos.
La mayoría de los emprendedores y emprendedoras exitosos son tremendamente ambiciosos consigo mismos y con su proyecto de empresa, sin dejar, por ello, de ser normales en el trato e incluso humildes.
La clave está en que estos ejemplos han apuntado alto. Y con talento, trabajo y dedicación, normalmente han llegado hasta donde se han propuesto.
5. Capacidad de aprendizaje
Tener un elevado nivel de confianza en uno mismo no significa cerrarse ante los continuos cambios en los que se mueven los nuevos negocios. Los emprendedores invierten tiempo en aprender, tanto en el propio sector, analizando cómo actúan los veteranos, como preguntando a los buenos profesionales de otras áreas.
Un emprendedor realmente exitoso debe tener, además, habilidades sociales, las cuales se conocen como soft skills y que tampoco deben dejar de aprenderse nunca.
6. Salirse y mirar desde fuera
Volvemos al ejemplo de creer en los sueños, la salida de la zona de confort también se ha puesto muy de moda, pero es que realmente es necesario. Tiene que ver un poco con la ambición de la que ya hemos hablado: no parar de moverse, con conformarse.
Los emprendedores de éxito han aprendido a mirar las cosas desde la distancia, sobre todo los problemas. Uno debe salirse fuera para tener otra perspectiva. Y así tomar decisiones. El emprendedor no puede ni debe responsabilizarse de todos los problemas de su empresa. Ha de aprender a relativizarlos.
7. La auto-evaluación
Una evaluación de las fortalezas y limitaciones propias de manera lo más objetiva posible, con un fuerte y positivo sentimiento de autoestima, ayuda a repasar con sinceridad los avances y dificultades propios.
Los emprendedores de éxito creen en sí mismos, lo cual es muy lógico, ya que si no fuera así, no serían capaces de convencer a terceros. Unos para que pongan su trabajo y energía en el proyecto, otros para que aporten su confianza en forma de créditos y garantías.
8. Capacidad de asumir riesgos moderados
La buena salud física y mental del emprendedor es uno de los factores claves para el éxito de su proyecto de empresa, y normalmente no se asustará ante decisiones importantes, sino que las tomará con naturalidad. Se arriesga, fracasa y aprende durante ese proceso para seguir creando.
9. Comunicación y liderazgo
El emprendedor asume el dominio, la responsabilidad y el control; planifica, toma decisiones, motiva y lidera. No se cansa de explicar las virtudes de esa idea que quiere plasmar en un proyecto viable. Normalmente quiere de sus colaboradores y empleados lo que hace él mismo: darlo todo.
Pero la motivación del empleado no es la del propio emprendedor. Es más, si se diese, el empleado pronto intentaría montar su propio negocio. Por ello, lo que le queda es la difícil tarea de hacer equipo, motivarlo implicándolo y en definitiva liderarlo. Y esto a través de inspirar confianza, preocuparse del desarrollo ajeno (del de sus colaboradores), generar buen ambiente en el trabajo y construir vínculos basados en la estima.
10. Ser experto
Y, aunque la dejamos para el final, todo este conjunto de habilidades y capacidades tienen que complementarse con un grado de expertise en la industria donde opera.
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